El día 15 por la mañana dejamos Sanxenxo. Pasamos las mejores vacaciones después de casi 10 años sin venir a veranear y este año, el más difícil, el más raro por lo de pandemia que vivimos lo hicimos y no nos arrepentimos nada de nada. Y para el año que viene y sin el virus este no nos hace alguna maniobra rara en la vida, volveremos pues estos 14 días aquí nos dejaron nuevos, repuestos y con las pilas una vez más cargadas.
Recuperamos el ambiente, aunque eso sí el de playa y sol pues lo de salir por la noche se puso muy difícil para los que tenemos un gran respeto a este virus que vino para quedarse y tan sólo pudimos tomar algo en el aviador, nuestro sitio fetiche en Sanxenxo y en el Marlima pues ahí Juanjo prepara para mí el mejor albariño de la zona, este año buenísimo le salió y tan sólo lo vi una vez y pude felicitarle, ahora con marca de la casa: Marlima. Dejamos para otros año y si la vacuna nos deja volver a la normalidad y retornar a tomar una cigalas en el Marlima II o un arroz caldoso y por supuesto las empanadas que siempre tuvo Mary Luz para abrir boca.
Y sólo pudimos por la mañana ir a despedirnos con un buen café en el Aviador y luego despedirnos de los amigos que por suerte están allí todo el año y hacernos unas fotos más y cargar el coche y salir hacia Asturias, eso sí con lentitud y pasando por Vilagarcia, Carril, etc..sin prisa como que el cuerpo le costaba dejar aquello..pero el año tampoco es que sea demasiado largo y siempre queda ese punto de vista de que ya quedan once meses para volver y si toca la lotería claro que volveríamos mañana mismo...
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