Ayer pasamos por Vilagarcia de Arousa, que como siempre luce serena y tranquila. Es una villa que nos gusta mucha, no en vano fué la primera en recalar en nuestras primeras vacaciones y era el año 1997.
Vilagarcia sigue su marcha, sus terrazas sobre todo en la baldosa siguen llenas y no sé porqué aquí todo huele a mar y las gentes son silenciosas.
Mi primera foto en aquel 1997 fue realizada en las anclas que están en el centro de la villa. Ahora están así como si el tiempo no pasara para ellas, pero Vilagarcia avanza dice un letrero al lado de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario